domingo, 29 de abril de 2012

Alice De Vuelta





Como podrán ver en el comentario de Adiós Alice, ella misma nos ha escrito y nos dice que volverá... bueno que volverá a terminar TOSOMT y que se pensara lo de continuar publicando.
Lo cual es un avance diría yo, así tendremos tiempo para convencerla para que se quede.

Aun no tenemos noticias de cuando volvera a subir el fic, o lo de las cuentas...Pero lo que verdaderamente cuenta es que continuara el fic y que muy pronto tendremos noticias de Joan y Miranda...también de la misma Alice así que yo creo que hay que esperara un tris mientras se acomoda todo.

El caso es que esta es una gran noticia y como un 'regalo' para todos sus admiradores nos a dado este pequeño fragmento entre Naomi y Joan. y debo admitir que resulta ser bastante tierno.

—Supongo que no debo preguntar exactamente qué haces en mi cama, en medio de la noche y clavándome las uñas en el brazo—. Joan rió deslizándose por entre las cobijas para poder acercarse más a la personita que tenía a su lado—sabía que no tenía que dejarte sola. Lo siento mucho. De verdad, he sido muy desconsiderado.
—Joan—. Naomi se revolvió furiosamente sobre el colchón cerrando los ojos mientras otro relámpago iluminaba el cielo—, lo siento.
— No tienes porque—él extendió una mano para poder tocarle el cabello. Ella temblaba estrepitosamente sin poder contenerse haciéndole casi imposible la tarea de arrastrarla para poder estar más cerquita de él—cuando yo tenía tu edad también me daba muchísimo miedo la lluvia, la obscuridad y… mirar debajo de la cama. Es algo que no debe avergonzarte. Al contrario. Cuando consigas romper todas las barreras y miedos que te atan entonces serás una gran guerrera. La mejor que haya pisado el territorio de Aron.
La niña entrecerró los ojos. Las luces esporádicas surcando el cielo iluminaban su rostro. Delineaban sus pómulos elegantemente alzados y lanzaban sombras misteriosas bajo sus pestañas. Ella era tan pequeña y frágil, tan linda y hermosa que Joan temía porque desapareciera cuando cerrara los ojos.
El amor y cariño que le tenía era su ancla. La firme certeza de que no iba a perderse nunca más. No iba a lastimar a más gente, ni a las personas que a él más le importaban. Aunque aún así el dolor era ambiguo. De nuevo estaba solo. Ciego y desprotegido, temiendo siempre que el monstruo de su interior saliera a la luz una vez más y acabara con lo poco que había dejado la última vez de su aparición.
La desconfianza y la inseguridad le hacían daño, le perforaban el pecho y lo hacían sentir sucio e indigno. Un desconocido hasta para sí mismo.
—Acá estás bien ahora—susurró quedito para que ella pudiera oírle. La cubrió con sus brazos y la abrazó pegándola a su pecho—ya nada malo va a pasar. Lo prometo.
Un nuevo relámpago iluminó el cielo y Joan tardó solo un segundo en darse cuenta que de verdad se estaba hablando a sí mismo. Aunque ahora Naomi fuera su tabla de salvación ella no podía entender lo que estaba sintiendo. Eran sentimientos diferentes, pesares similares pero no iguales. ¿Llegaría alguna vez alguien que realmente pudiera descifrar y dar un significado a la pesadez que tenía en la espalda y el dolor en el pecho cuando inspiraba?
—Cántame una canción—susurró la niña ya medio adormilada sobre el silencio de la noche—para que pueda dormirme.
—Una canción—Joan arrugó el ceño—¿estás hablando de verdad?, es que yo… no me sé ninguna—, “al menos una que tú puedas escuchar”, pensó—aquí en Aron hace mucho tiempo que la gente ha dejado de cantar.
—¿Por qué?—Naomi se mostró muy curiosa por conocer la respuesta—¿no solo tienen que abrir la boca para hacerlo?
—No—dijo él apretando su agarre. Asustado por alguna razón que no podía comprender—para hacerlo la gente tiene que sentir algo dentro de su pecho, en su corazón. Y hace mucho tiempo alguien muy malo vino y se robó todo eso. Lo puso en su saco y lo tiró en un barranco y aunque todos han intentado recuperar ese tesoro nadie ha podido hacerlo porque no saben exactamente donde está.
—¿Y tú tampoco sabes?—Naomi abrió los ojos grandes impresionada. Hacía seis años que estaba a su lado y para ella Joan era más que un súper héroe. El podía hacer cualquier cosa solo con proponérselo.
—Me temo que no—exclamó él apoyando la barbilla contra el cabello lacio y suave para poder aspirar el olor de su perfume—yo menos que nadie puede hacerlo. Yo…—murmuró—olvidé en que barranco lo arrojé.
—Por favor—la niña insistió sin comprender ni una palabra de lo que el muchacho había dicho—mi madre me cantaba siempre cuando no me podía dormir y Charlotte lo intentaba.
—O lo arruinaba—Joan se carcajeo por unos segundos—, creo que mi sordera del oído derecho se debió a un recital que quiso hacer un día de mi cumpleaños—. Se acomodó mejor en su lugar y volvió a peinarle el cabello con dulzura. Preguntándose cuanto más podría hacer eso, estar en la misma cama que Naomi con solo la ropa interior puesta y una fina camisa de algodón. Ella crecía tan rápido que en poco tiempo sería castigado severamente si alguien la sorprendía entrando en sus aposentos, más de noche y en bata de dormir. Por un instante deseo con toda su alma poder detener el tiempo, alargarlo como una liga solo un poco más.
—Joan—Naomi volvió a sacarlo de su ensoñación—¿por favor?
—Me sé una—él cedió un poco—nunca he entendido bien lo que quiere decir, sinceramente—se encogió ligeramente de hombros—la escuché la primera vez que visité… bueno no importa—sonrió—pero debo advertirte que si Charlotte es mala cantando yo soy pésimo. Si sientes que te va a explotar el tímpano solo dímelo y de inmediato me detendré.
La niña asintió enérgicamente. Sus hermosos ojos plata enfocados directamente en su rostro cuando se separó, centellaban brillantes y traviesos.
—Prometo que no se lo diré a nadie si lo haces mal.
Joan tiró al aire una carcajada. Tomó aire y dio un suspiro.
—Está bien—dijo poniendo los ojos en blanco—aquí va—tragó grueso sintiendo que las mejillas se le ponían coloradas. Era imposible negarle algo. Si Naomi le pedía que se arrojara a un pozo seguramente él así lo haría solamente por complacerla.— Si el amor se va—comenzó quedito. —Que vació inmenso queda en nuestra vida, cuanta soledad. Si el amor se va, pierde la alegría, no hay más fantasías al querer soñar. Cuando ya no está, faltan los detalles y en las mismas calles nada es igual. Si el amor se va, si el amor se va, si el amor se aleja, faltaran parejas, para enamorar.
Bajó el rostro y la miró directamente a los ojos antes de continuar.
—Si el amor se va, a quien dar las flores cuando no hay amores para conquistar. Si el amor se va, ya no habrá pasiones en los corazones ni en su palpitar. Pero cuando está, todo se engalana, doblan las campanas de felicidad. La felicidad, que el amor me da. Bésame amor mío que si estás conmigo el amor está.
Él ladeo la cabeza sonriendo y acercó su cara hacia ella para que Naomi pudiera besarlo. Sintió la humedad en su mejilla y se carcajeo antes de empezar a hacerle cosquillas que hicieron que ella se retorciera locamente sobre el colchón.
—Joan—ella lo llamó con los ojos llenos de lágrimas cuando él dejo de lado su ataque y se dedicó solo a mirarla interesado—¿de verdad no sabes qué significa?, porque yo sí. Mi mamá veía muchas telenovelas de gente que se besaba en la boca—arrugó el ceño con asco—creo que uno de esos señores inventó esa canción.
—Oh—él soltó una risita traviesa—gracias por ilustrarme, pero creo que le he encontrado un significado totalmente distinto en este momento.
—¿Cuál?—expresó la niña inocentemente.
—Que mientras Joan esté con Naomi todo va a estar bien.


¡¡¡Gracias por volver!!! esperamos verte pronto (En algún capitulo)

1 comentario:

  1. que bueno que alice haya decidido volver, estaba bastante triste por su partida.
    supongo que tienes razón y habra que esperar a que todo se normalice.

    la historia fue muy linda, aunque no soy fan de Naomi.

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